Un lápiz en el bolsillo.
Dibujar siempre fue mi juego preferido, el que más satisfacciones me aportó y mejor refugio me brindó en tiempos duros, por eso toda mi vida he llevado un lápiz en el bolsillo.
Incluso cuando en la persecución del sueño de ganarme la vida como dibujante, aterrice por tierras inhóspitas y me perdí en innumerables caminos de oficios ingratos.
Solo me bastó con meter la mano en el bolsillo como quien lleva castañas en invierno.